Como bien sabe todo aquel que haya presentado en alguna ocasión un informe de pruebas de rendimiento, presenta de manera periódica la típica frase del solicitante de las pruebas:
“Si, el informe muy bien, los gráficos muy bonitos y demás, pero ¿cómo va la aplicación:mejor o peor ,bien o mal…?”
Habitualmente nuestra respuesta se basa en disponer de datos previos al lanzamiento de las pruebas, bien sea por criterios de rangos de rendimiento establecidos por los solicitantes de las pruebas (“se deben alcanzar las 300 transacciones por hora, con una concurrencia de 15 usuarios”) o si se trata de pruebas sobre aplicaciones con versiones en Producción, sacar datos de rendimiento históricos y extrapolarlos.
Sin embargo, muchas veces nos encontramos con la falta de este tipo de información y es cuando surge la pregunta ¿va bien o mal?
Proponemos un criterio que mezcle la subjetividad con los datos que podemos obtener de la prueba. El dato en el que nos podemos basar es el del tiempo en vacio.
Desarrollando el modelo.
Recordemos que esta métrica indica lo que tardaría un usuario sin concurrencia en realizar una navegación o ciclo de prueba. Si tomamos ese dato podemos extrapolarlo al número de operaciones que se pueden ejecutar a la hora. Una manera de establecer el criterio de calidad sería
“Si el usuario tarda 10 segundos en realizar una navegación completa, hará 360 transacciones a la hora”.
Si incrementamos el número de “N” usuarios virtuales/unidades de inyección de carga a lo largo de la prueba, en el punto de saturación debería hacer
Rendimiento teórico=N * transacciones/hora usuario virtual en vacio
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Tabla 1. Fórmula del rendimiento máximo teórico del modelo
Rendimiento real M / Rendimiento teórico N
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Tabla 2. Cálculo del porcentaje de calidad real respecto del máximo teórico
expresado en forma de porcentaje.